WWE mostró varias fallas creativas en Clash at the Castle

Drew Fury

El evento WWE Clash at the Castle fue uno en el que más allá de los resultados, vi serios problemas en la forma de contar las historias sobre el ring.


El primer caso fue en el choque de Matt Riddle vs Seth Rollins.

Riddle, quien estaba en una riña acalorada con Rollins, al punto de que lo insultó mencionando su situación familiar, salió feliz en su scooter saludando a los fanáticos como cualquier otro show regular.

¿Cómo se supone tengamos alguna conexión emocional en esta riña si a Riddle parece no afectarle? Por eso al verlo perder no me sentí tan “mal”, ya que en cierto modo merecía ser vencido.

Y luego tenemos el fiasco de la lucha estelar. Si McIntyre debió o no ganar es un tema que podemos debatir por semanas, pero hay veces que WWE tiene un plan a largo plazo que simplemente no puede ser descarrillado. ¿Cuál es ese plan? No sabemos. ¿Es posible que no haya plan alguno? También.


Pero lo que de verdad me molestó fue ver a Drew, quien acababa de perder la lucha más grande de su carrera, CANTANDO minutos después en el ring con Tyson Fury.

¿No se supone que McIntyre se mantenga frustrado con la derrota; después de haber caído ante los fans de su tierra natal, y PERDER DE NUEVO UNA LUCHA TITULAR?

Y, al igual que el caso de Riddle, si a Drew no le molestó tanto, ¿Por qué me debe molestar a mi como fanático? Drew está cantando. Roman nunca haría eso. Por ende la persona correcta ganó.

Esta podría ser la primera “grieta” de la nueva era de la WWE. Debutar talentos cada semana no te va a llevar a nada si el booking luce tan indiferente.

Es hora de hacer una pausa y concentrarse en darle atención a los detalles claves dentro de las historias antes de seguir despavoridamente derramando caras nuevas como única estrategia, antes de que comience el consenso de que la WWE sin Vince McMahon se dirige al abismo.