Los golpes con silla a la cabeza fueron marca de la casa de las épocas más salvajes de la lucha libre, pero Cody Rhodes está cerrando ese capítulo para siempre… y tiene la cicatriz para probarlo.
En AEW Fyter Fest 2019, Cody recibió un sillazo sin protección en la cabeza de Shawn Spears que lo dejó sangrando profusamente y provocó una oleada de críticas. Años después, Cody destapa qué salió mal y por qué nunca volverá a hacerlo.
En su podcast What Do You Wanna Talk About?, Rhodes explicó cuánto planificaron el spot y por qué ningún preparativo pudo evitar el daño real.
“En mi esfuerzo por hacer un sillazo a la cabeza, dije: ‘Hagámoslo de forma segura. Afilemos la silla, lijémosla hasta que parezca una bandeja de galletas’”.
El problema no fue el impacto en sí… sino un defecto de diseño que nadie vio venir:
“Lo hicimos y Shawn Spears me pegó en la cabeza. La parte de ‘bandeja de galletas’ funcionó, la lija también. Pero lo que no funcionó fue la barra gruesa del borde de la silla. Por eso tengo una cicatriz en la nuca. Sentí cómo la sangre empezaba a acumularse”.
Para Cody, el verdadero problema no fue el dolor, sino la percepción en la era actual donde las conmociones cerebrales y la seguridad son prioridad absoluta.
“No se trataba de si la silla era real o no, sino de la óptica de golpearse la cabeza y lo que eso implica para las conmociones”.
Reconoce que el control médico de WWE se ha vuelto mucho más estricto… y está totalmente de acuerdo:
“Por la óptica de nuestro negocio y el protocolo de conmociones, todo cambió. Ahora no puedes tener ni una uña rota backstage sin que alguien te revise en la esquina”.
The American Nightmare no renuncia a la violencia ni al grit… pero traza una línea clara en los golpes a la cabeza.
“Me gusta el grit y la violencia, claro, pero no quiero que distraiga de, por ejemplo, tú y yo saliendo a contar una historia increíble de 60 minutos… y que un solo momento se convierta en el foco de todo”.
Y lo dejó clarísimo:
“No extraño los sillazos a la cabeza ni extraño las sillas en absoluto. Prefiero pasar por 55 mesas, que me den con 20 cañas de Singapur, pisar chinchetas… cualquier cosa menos sillazos a la cabeza”.
Los comentarios de Cody muestran cuánto ha evolucionado la lucha libre en seguridad y rendimiento. Aunque la nostalgia romantiza los días hardcore, las estrellas de hoy están creando su propio legado brutal… con mucha más conciencia.
