El jueves por la tarde se lanzó una bomba sobre el mundo de la lucha libre, luego de que una demanda presentada por la ex empleada de WWE Janel Grant, alegando que Vince McMahon, John Laurinaitis y otros nombres involucrados en tráfico sexual apareciera en los titulares.
Entre las acusaciones en la demanda se encontraba que McMahon abusó y explotó sexualmente a Grant, la traficaba con otros empleados de la WWE, incluido Laurinaitis, e intentó hacerlo con “un ex campeón de peso pesado de UFC que la compañía estaba tratando activamente de volver a contratar” en 2020.
El Wall Street Journal informa que el ex campeón de peso pesado de UFC en cuestión no es otro que la estrella de la WWE Brock Lesnar.
Según la demanda, McMahon le ordenó a Grant que creara “contenido sexual personalizado” para Lesnar, referido sólo como una “estrella de UFC y WWE” en la demanda, en un intento de convencer a Lesnar para que volviera a firmar con la WWE. Grant alega que Brock Lesnar le dijo a McMahon que disfrutaba el contenido y que McMahon luego le dijo a Grant que Lesnar volvió a firmar con la WWE, en parte, para poder tener relaciones sexuales con Grant.
La demanda afirma además que McMahon le dio el número de teléfono de Lesnar Grant en diciembre, lo que llevó a Lesnar a solicitarle que le enviara contenido más explícito. Grant luego alega que Lesnar le dijo que le gustaría programar una “cita para jugar” entre los dos, aunque el encuentro finalmente no se llevaría a cabo debido a una tormenta de nieve que “interrumpió sus planes de viaje [de Lesnar]”.
Grant alega que McMahon intentaría enviarla a Lesnar por última vez en marzo de 2022, y McMahon le dijo una vez más que le enviara fotos explícitas a Lesnar. En última instancia, la demanda alega que nunca tuvo lugar un encuentro físico entre Lesnar y Grant.
Lesnar no se ha pronunciado al respecto al momento.
