Cody Rhodes desafió a Kevin Owens en SmackDown después del ataque a Randy Orton la semana pasada, pero fue el gerente general Nick Aldis quien salió en su lugar. En un segmento interesante, se hizo una gran provocación y se emitió una advertencia.
Nick Aldis dijo que la situación de Kevin Owens se estaba manejando tras bambalinas y que Cody no podría verlo hasta que se resolviera. Cody se burló de la idea de que Owens recibiera un golpe en la billetera, ya que es dueño de un Lamborghini. Instó a Aldis a que le levantara la suspensión y lo dejara ocuparse de sus asuntos.
Una línea en particular fue interesante durante el intercambio verbal, cuando Cody Rhodes mencionó que Aldis era un “ex luchador” antes de corregirse y decir que todavía es un luchador, un papel al que muchos esperan que regrese.
“Al final, Cody Rhodes dejó en claro que Aldis no podría retener a Kevin Owens por mucho tiempo y lanzó una advertencia al Gerente General sobre sus intenciones.”
Por parte del gerente general de SmackDown, se trató de la preocupación por el talento. Afirmó que hay una razón por la que el Piledriver ha estado prohibido durante tanto tiempo: la WWE no quiere que los luchadores terminen en sillas de ruedas.
El segmento de apertura proporcionó un gran comienzo al episodio del 15 de noviembre de SmackDown, y una posible semilla relacionada a un eventual regreso de Aldis a los cuadriláteros.