Zilla Fatu, hijo del fallecido luchador Umaga, recién comenzó su camino para ser luchador tras cumplir varios años en la prisión.
Fatu actualmente entrena en la escuela de Booker T, y reveló dentro del podcast Spotlight 49ers que decidió incursionar al mundo de la lucha libre mientras estaba tras las rejas.
“Entré (a prisión) cuando tenía 16 años y pensaba que era algo normal, que era lo que tenía que hacer para poder combatir la adversidad. No tenía planes, no sabía lo que iba a hacer con mi vida mientras estaba ahí, no sabía si saldría vivo. Cuando ves como es el sistema allá adentro, quieres solo irte a casa y no ser un número el resto de tu vida, así que hice un plan, y eso es lo que hago ahora, ejecutando el plan,” dijo.
Su plan, por supuesto, era convertirse en luchador como su padre.
“En la prisión todos veían lucha libre y sabían quién era mi padre. Me decían “vete a luchar” y les decía “de qué hablan?” No era una opción, pero después cuando salí hice varias llamadas preguntando, especialmente a mi mama, para saber qué pensaba de eso. Pero ella me apoyó.”
“Veía a mis primos en la TV cuando estaba en prisión y me decía “tengo que tratar esto,” expresó.
Precisamente el Bloodline ha sido una inspiración para Fatu, quien se está disfrutando el enfoque sobre Roman Reigns, Los Usos y Solo Sikoa en la WWE.
“Me gozo cada segundo. Lo que hace sus segmentos mejores que los otros es porque tienen emociones reales, de verdad crecieron juntos y pasaron mucho juntos. Eso lo hace más único y más orgánico y por eso es que será una de las mejores historias en la WWE,” dijo.