En la lucha libre profesional, tanto en WWE como en AEW hay muchas historias que giran en torno a un evento no tan rudo como otros elementos: las bodas entre luchadores.

Hoy día hay muchas mujeres que son esposas de luchadores. Pero muchas de estas son luchadores también. Aquí echamos un vistazo a varias de estas parejas famosas.

AJ Méndez y CM Punk

¿Cómo se conocieron estos dos locos talentos, parece que tuvieron un romance hecho en el cielo kayfabe. Como cuenta The Sportster , Lee, como se la conocía entonces, estuvo involucrada en un romance de libreto que se agrió con Brian Danielson (o Daniel Bryan) y posteriormente se encontró en un triángulo con Bryan y Punk. Si bien la historia finalmente se esfumó, como todas las historias deben hacerlo, la pareja (sin Bryan) comenzó a salir de verdad al año siguiente y se casaron en 2014.

Becky Lynch y Seth Rollins

Como cuenta The US Sun , Lynch y Rollins se conocieron por primera vez en NXT en 2012, y aunque al principio eran los proverbiales “solo buenos amigos”, finalmente se convirtieron en algo más que eso. Para 2019 finalmente admitieron que estaban en una relación, y fue en este año que también se comprometieron. Sin embargo, la boda no tuvo lugar hasta dentro de dos años.

Beth Phoenix y Edge

The Glamazon y Rated-R Superstar son una de esas parejas más grandes que la vida que en realidad parecen bastante perfectas juntas. Según SportsKeeda, comenzaron a salir a fines de 2010 después de que Phoenix finalizó su divorcio de Joey Knight. Un año después, Edge se retiró de la lucha libre (por primera vez, obviamente) y fue incluido de inmediato en el Salón de la Fama, agradeciendo a su novia en su discurso de aceptación. Dentro de dos años, la pareja daría la bienvenida a su primer mini-glamazon, y el segundo llegaría tres años después. Unos meses después del nacimiento de la hija n.º 2, Beth y Edge finalmente dieron el “Sí, quiero”, posiblemente como una forma de celebrar el gran 4-0 de Edge desde que la boda se llevó a cabo el mismo día (30 de octubre de 2016).

Bianca Belair y Montez Ford

Como Ford y Belair admitieron a ” ET “, ella fue quien dio el primer paso. Se conocieron cuando ambos estaban trabajando en NXT en 2016, y después de un comienzo algo accidentado en la relación, finalmente caminaron por el altar en 2018. Desde entonces, Belair ha estado disfrutando el papel de madrastra de los hijos de Ford de un matrimonio anterior pero ella dijo que cuando amplíen su familia, tanto ella como Ford se tomarán un año sabático juntos para disfrutar de un tiempo de vinculación de bebés antes de volver al negocio familiar de patear traseros y tomar cinturones.

Brandi y Cody Rhodes

Brandi y Cody Rhodes se conocieron en 2011 cuando ambos firmaron con WWE  y todavía estaban en la compañía cuando se casaron en 2013.  Cuando tuvieron a su primer hijo en 2021, el evento fue documentado minuciosamente por su reality show ” Rhodes to the Top “. No fue el primer viaje de Brandi por el verso de la realidad, ya que había aparecido anteriormente en un programa llamado ” WAGS Atlanta ”

Brie Bella y Bryan Danielson

Brie Bella y Bryan Danielson fue otro romance de la WWE programado, aunque en un momento parecía una confusión en cuanto a qué gemela se iría con el “premio”, ya que ambas hermanas lucharon por Danielson (o Bryan, como él era entonces). Eventualmente, ambas gemelas abandonaron a Danielson cuando lo atraparon besándose con Gail Kim, pero en ese momento Brie y Danielson estaban saliendo de verdad.

La pareja se casó en 2014 y dio la bienvenida a su primer hijo en 2016, el mismo año en que Danielson se retiró por primera vez. El segundo y tercer hijo, según People , vendrían 5 años después. En algún momento, Brie también se convertiría en vegana como su esposo.

Lana y Miro (Rusev)

Si bien Miro le dijo al YouTuber Chris Van Vliet que él y Lana originalmente se unieron por su origen compartido en Europa del Este, él realmente es búlgaro, mientras que su esposa ( nombre real CJ ​​Perry ) es nativa de Florida y vivió en Letonia cuando era niña debido al trabajo misionero de su padre.

Maryse y The Miz

La pareja se conoció por primera vez cuando ella audicionó para WWE Diva Search en 2006. No pasó de la segunda ronda, pero luego firmó un contrato de desarrollo y aparecería en “SmackDown” en 2008. Si bien  WWE la despidió en octubre de 2011, no se deshicieron de ella tan fácilmente, ya que se casaría con The Miz dos años después. Para 2016, Maryse estaba de vuelta en el ring apoyando a su esposo.

Además de su carrera de lucha libre compartida, los Mizanin también tienen dos hijas: Monroe nació en 2018, mientras que Madison la siguió en 2019. En 2022, la familia adoptó un perro, pero tal vez d se quedó sin nombres “M” para entonces, ya que en su lugar se llama “Wolf”.

Michelle McCool y Undertaker

Si bien McCool y su Deadman han estado juntos durante una docena de años (se casaron en 2010), al principio lo pasaron bastante mal. Como dijo McCool en el podcast “Chasing Glory “, recibió un gran revuelo tras bastidores por salir con un chico importante y dice que esta es la razón por la que terminó retirándose en 2011. Nueve años después, su esposo se jubiló con ella y han estado celebrando su vida familliar desde ese entonces.

Sable y Brock Lesnar

Sable dejó la WWE en 1999 y regresó para una breve carrera a principios de los 2000, pero desde entonces ha estado prácticamente retirada. En cambio, su trabajo de tiempo completo en estos días parece ser la Sra. Brock Lesnar. Los dos se casaron en 2006, momento en el que ella tenía 38 años y él una década menos. Sportskeeda agrega que ahora tienen dos hijos juntos, uno nacido en 2009 y el otro en 2010 (Lesnar también tiene dos hijos de una relación anterior).

Si bien la Bestia Encarnada puede ser un hombre de muchos talentos, una cosa en la que es horrible es hacer gestos románticos. Como recordó en “ESPN Highly Questionable” (h/t  Essentially Sports ), una vez engañó a su esposa para que pensara que uno de los niños se había tragado su anillo de bodas, y ni siquiera se sinceró (por así decirlo) cuando ella recurrió a revisar los pañales sucios para ver si el anillo había vuelto a salir. Se suponía que era una trampa para conseguirle un nuevo anillo, pero probablemente no salió como él había imaginado.