El 3 de julio, la WWE solicitó al Tribunal de Distrito de los Estados Unidos para el Distrito de Connecticut que trasladara a arbitraje una demanda presentada por Richard Bryant desde Florida y detuviera el caso hasta que se llevara a cabo el arbitraje. Bryant afirma que se lastimó en un evento de Friday Night Smackdown en Orlando, Florida, en julio de 2022.
La demanda de Bryant afirma que la “negligencia y el descuido” de la WWE provocaron sus lesiones. Afirma que la WWE no advirtió sobre los peligros de los productos pirotécnicos, no los probó adecuadamente, no los utilizó de manera segura y no contrató ni capacitó a personal competente. También dice que carecían de políticas para el uso seguro de los productos pirotécnicos y no le advirtieron de los posibles efectos.
La WWE sostiene que Bryant está obligado a cumplir los términos de Ticketmaster.com, que exigen que las disputas derivadas de la compra de entradas se resuelvan mediante arbitraje. La WWE afirmó en su moción que no ha renunciado a su derecho a arbitraje, por lo que Bryant debe seguir este proceso.
En un caso anterior, WWE solicitó con éxito un arbitraje por reclamos por daños auditivos.
Bryant alega que sufrió una ruptura traumática del tímpano derecho, tinnitus bilateral, pérdida de audición en el oído derecho y daño psicológico. Espera tener gastos médicos continuos.
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— MainEventNews (@MainEventNews) September 9, 2023
Bryant reclama $15,000 dólares por daños y perjuicios. El juicio está programado para el 18 de agosto de 2025, si no se resuelve antes.
La WWE tuvo un caso similar con Marvin Jackson, quien alegó pérdida de audición debido a la pirotecnia en Wrestlemania 38 en Dallas. El Tribunal de Apelaciones de los Estados Unidos para el Quinto Circuito confirmó una decisión que establecía que las reclamaciones de Jackson debían ir a arbitraje. Jackson había solicitado más de $1,000,000 en daños y perjuicios, pero su caso fue enviado a arbitraje sin más actualizaciones.
