Damian Priest acaba de soltar un bombazo behind-the-scenes sobre WWE Backlash 2023: la compañía casi cancela el San Juan Street Fight de Bad Bunny en Puerto Rico. Ese combate terminó siendo uno de los más comentados del año, pero no siempre estuvo garantizado.
Apareciendo en Prince St. Pizza, Priest admitió que WWE dudaba de realizar el evento en Puerto Rico en absoluto.
“Estaban pensando en mover el evento, y al final se decidió ‘No, queremos que sea en Puerto Rico’. Queríamos este combate, y específicamente Bunny. Él quería que el combate pasara en Puerto Rico”.
Priest dijo que incluso hubo discusiones internas sobre convertirlo en un cmbate en parejas, especialmente porque WWE aún tenía dudas sobre él en ese momento. Pero fue Bad Bunny quien empujó fuerte por un combate uno contra uno en su país natal.
“No confiaban… mucho tenía que ver conmigo porque aún no me había probado en ese sentido. Pero él estaba firme en que tenía que ser uno contra uno, en la isla”, dijo Priest, añadiendo que entrenó a Bunny en LA cada semana para prepararlo.
El combate no fue solo otro main event para Priest, fue algo más grande que títulos y estadísticas.
“Esto es un sueño que no sabía que tenía”, dijo. “Podría retirarme ahora mismo, estoy bien con eso”. Y le dio todo el crédito al ganador del Grammy por ganarse sus flores a la dura: “La única razón por la que fue bueno es porque él se rompió el culo para asegurarse de que lo fuera… tiene que ir a full throttle, y tiene que ser bueno porque no quiere avergonzar a su gente”.
La historia de Priest añade aún más peso a uno de los momentos más icónicos de la carrera de Bad Bunny en la lucha… y prueba que la megaestrella global no iba a permitir que WWE lo diluyera.
