En el último episodio del ARN Podcast, Arn Anderson cubrió WrestleMania 32 desde AT&T Stadium en Dallas en 2016. El show fue encabezado por Triple H defendiendo su Campeonato de la WWE contra Roman Reigns en un combate que se utilizó como una forma de finalmente coronar a Roman como el babyface #1 de la empresa.
El empuje de Reigns luego de esa etapa no salió según lo planeado, y WWE luchó con sus fanáticos que lo estaban abucheando semana tras semana.
“Ese Roman Reigns iba a ser el protagonista principal de la compañía como babyface, en lugar de ver que, años antes, eso no era lo que ellos (los fans) querían que Roman fuera. Roman no tiene que decir nada, todo lo que Roman tiene que hacer es atravesar la cortina y ser una máquina de patear traseros,” dijo
Anderson también usó el debut de Kevin Owens como otro ejemplo de un momento en que la WWE debió haber cambiado sus planes y cambiar a otra estrella importante, en este caso de rudo a babyface.
“Una de las cosas que aprendí de Vince desde el principio es que no empujes a un técnico a las gargantas si no lo van a aceptar porque lo van a rechazar”, dijo Anderson. “Nos alejamos de esa teoría y dejamos de escuchar a nuestra audiencia porque absolutamente te dirán lo que quieren.”
“Uso a Kevin Owens como ejemplo. Cuando venció a Cena, el primer show en el que estuvo, la audiencia estaba un 90% detrás de Kevin Owens. Esa semana, Creativo debió haberse sentado y haber dicho: ‘No importa lo que se haya escrito para la próxima semana o el mes siguiente, este tipo es babyface la próxima semana. No significa que cambiemos su estilo de trabajo, solo significa que lo colocamos en una posición para ser el favorito en el combate. Estaba tan claro que eso era lo que querían, desenlo,” dijo.
