Mientras hablaba con Wrestling Observer Radio, Jon Moxley contó sobre la batalla de Renee Young con COVID-19.
“Regresó de Orlando. Al parecer, alguien lo tenía. Todo el mundo tenía que hacerse la prueba. Ella fue negativa. Voló a casa. Luego, cinco o seis días después, comienza a sentirse enferma. No pienso en eso. A la mañana siguiente, dijo que espera no tener COVID. Al día siguiente fui a entrenar por la mañana. Regresé y ella todavía estaba en la cama. Ella dijo que se sentía como mi#rda. Pensé que le haríamos la prueba. Las pruebas regresaron en un correo electrónico. Miré el mío y decía negativo. Pensé que el de ella sería el mismo porque hemos estado en contacto súper cercano durante seis días”.
“En este punto, ya me había retirado de la televisión del día siguiente porque todo lo que iba a hacer era una promo y no valía la pena el riesgo. Veo que fue negativo, así que durante 30 segundos pensé que podría tomar el vuelo de las 6 de la mañana e ir a la TV. Ni 30 segundos después, ella recibe el suyo y es positivo. No esperaba que tuviéramos resultados diferentes. Fui y dormí en el sofá. No sabía qué hacer, así que volví a hacerme la prueba tan pronto como pude,” dijo Moxley.
El luchador confesó que tuvo miedo por la situación de su esposa.
“Estuvo mal por un par de días. Ella estaba tosiendo mucho. Estuve durmiendo en el sofá oyéndola toser toda la noche. No dormí durante dos días porque tenía miedo. No me avergüenza admitir que tenía miedo porque sabemos muy poco sobre esta enfermedad y afecta a todos de manera diferente. Su caso fue promedio en el mejor de los casos. Estuvo enferma un par de días. Se demoró un poco y ahora está bien,” expresó.